Durante su nombramiento como Embajador Turístico de Jalisco, Javier Hernández la estrella del Manchester United de Inglaterra tomó la palabra, y al ver a sus padres, Javier Hernández y Silvia Balcázar, a sus abuelos, don Tomás y doña Lucha, a su hermana y a su novia, Leticia Sahagún, no pudo evitar que la emoción lo embargara hasta las lágrimas.
Nervioso bromeo ante el micrófono, “Este es el momento en el que le agradezco a Dios poderme dedicar a jugar fuutbol y no a dar charlas… estoy muy emocionado”.
El futbolista no dejaba de mirar a su familia a quienes les dedico unas palabras: “tantas cosas que me encantaría decir, yo lo que tengo son palabras de agradecimiento, me encantaría decirle a las personas que están aquí presentes, que son mi familia, también faltaron otras pero las llevo siempre en el corazón”.
“Quiero pedirles una disculpa por posiblemente no estar al 100 por ciento como un hijo, un hermano, un sobrino o nieto, o como pareja, o como ahijado, no lo sé, por estar posiblemente un poco egoísta viendo por mis sueños, luchando por mis sueños pero espero que les pueda agradecer mucho con todo lo que he hecho porque sin ellos nunca hubiera logrado nada”.
Sumamente emocionado bajó del estrado limpiando las lágrimas que llenaron sus ojos.
El jugador recibió una medalla que lo acredita como embajador de Jalisco y una imagen de la Virgen de Tala.
El gobernador jaliscience, Emilio González Márquez, lo nombró también Embajador Panamericano, y junto al cantante Alejandro Fernández y la golfista Lorena Ochoa, será imagen de los Juegos.
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